Me ha embaucado. Además, es perfecto para anunciarlo en mi blog. ¿Qué otra cosa mejor se puede hacer que construir puentes?
¡Con BridgeBuilding podéis! Por lo visto es un juego que ya tiene sus añitos, pero del que nunca supe nada hasta hace poco (gracias a Pixfans).
El juego consiste en construir puentes en diferentes situaciones, con presupuestos más y menos ajustados, teniendo en cuenta el peso y la tensión soportada, no sólo a raíz del tren que lo debe cruzar, sino también de las propias vigas que lo componen.
Muy divertido y adictivo. Además, no sólo te reconforta el éxito funcional, sino que también puedes regocijarte con la belleza de tus propias obras.
Desde lo más sencillo
y lo más barato (y hasta rácano),
a lo más extravagante,
lo más curioso (véanse los contrapesos para aliviar la tensión central)
Hacía tiempo que tenía abandonada mi sección favorita de puentes, así que la efeméride de hoy me viene estupenda para introduciros uno de los puentes que más me gustan: el de Brooklyn.
Hoy celebran el 125 aniversario de la construcción del que fue el mayor puente colgante del mundo, que unió la isla de Manhattan con la ciudad de Nueva York. El proceso de su construcción llevó a la muerte a una veintena de personas, incluído el propio arquitecto.
Hoy día sigue siendo una belleza, abigarrada armonía de cables de acero sostenida por dos pilares góticos rematados con arcos apuntados, que permite que la Gran Manzana mantenga su frenético ritmo de vida y diversidad.
¡¡Buff!! Estoy un poco agotado de tanta campaña electoral, religión, política, discusiones, división de opiniones... necesito algo que una. Necesito un puente.
¿Y qué mejor puente para esto, que un puente natural?
Puentedey es una pedanía burgalesa que conserva en su marco urbano este puente natural sobre el río Nela. Dicen que el estado de conservación es bueno y el riesgo de pérdida de este valor natural es bajo, pero qué queréis que os diga... yo preferiría no tener mi casa encima del puentecito...
Es evidente que he estado estos días bastante alejado del mundo virtual. Ya no llego a tiempo de felicitaros la Navidad, pero en estos días aún es admisible desear un nuevo año lleno de todo lo mejor para todos.
Desde que entré en mi empresa me llamó la atención un cuadro que adornaba diferentes paredes de despachos y salas de reuniones de la oficina. Con curiosidad me acerqué y luego me puse a investigar acerca de este maravilloso enlace de Öresund acerca del que mi empresa hacía tan ostentosa gala.
Además de descubrir que, efectivamente, alguien ("alguienes" lejanos a mí) en mi empresa se dedica a controlar el tráfico motorizado y ferroviario del enlace, me encontré con la maravilla que supone esta impresionante obra de ingeniería.
8 km de longitud total de enlace entre Malmö y Copenhague, entre Suecia y Dinamarca, entre la Escandinavia continental y la Península Escandinava.
Una primera parte sumergida como túnel submarino luego emerge para convertirse en un elegante puente colgante que concluye el recorrido completo (de ahí que se le denomine "enlace" y no "puente" de Öresund). Más dificultades de las que en un principio se puedan imaginar.
Posteriormente he leído diversos artículos, visto multitud de vídeos de Youtube y hasta atendido a un documental de Discovery Channel acerca del su construcción. Una pena que al final, este verano, no haya podido escaparme a visitarlo...
Cuando empecé con esto de los puentes estuve a punto de decir que éste era el puente más largo del mundo, pero tuve la suerte de que alguien me mostró que no era así (clic aquí y aquí).
Aunque ya hay quien se me ha adelantado (...) hacía tiempo que quería tratar el tema...
De muchos es conocido que al puente del Quinto Centenario de Sevilla le conocen como "el Paquito", por su "irrefutable parecido" con el Golden Gate de San Francisco (sí, bueno, los dos son puentes colgantes y punto, pero es que en Sevilla hay mucha "grassia").
Bueno, pues si en Sevilla está el "Paquito", a Cádiz llegará (crucemos los dedos y pongamos velas al patrón de las causas imposibles) la Pepa, ¡una novia de altura!. No sé si entrecomillarlo o no, porque los políticos andan metiendo cizaña hasta con el nombre, pero bueno...
El caso es que a pesar de los pesares, parece que al fin en Cádiz se van a tratar de solucionar grandes problema con grandes remedios.
Dicen que este puente tendrá más de 3 km de longitud y una altura respecto al nivel del mar de 69 metros, convirtiéndose así en el puente más alto de Europa (¿¿en serio??).
En fin, sea como sea y usando tono casi comparsista, la niña gaditana, la Pepa, siempre será mucho más guapa y bonita que cualquier Paquito.
Reto para listill@s de los puentes... ¿Alguien sabe para qué leches sive un puente como este? ¿Un puente rotonda para los alcaldes amigos de estos monumentos urbanos?
Se aceptan sugerencias imaginativas... como el propio puente en sí.
Después de que me dijeran que mi último puente no lo iba a poder superar, he decidido no retarme para buscar lo imposible, sino atacar el lado opuesto.
No todos los puentes son buenos. A mi me gustan los puentes que unen, pero no todos lo hacen. Hay algunos puentes que parece que van, pero luego vuelven. Son traicioneros. Se quedan ahí... sólo para mirar, pero sin cruzar, sin unir. ¿Qué sentido tiene un puente así?
Sólo puede servir para fines malvados, egoístas o, simplemente, tristes.
Este puente es egoísta y triste. No cruza, ni une. Sólo sirve para que alguien se enriquezca por algo que no es mérito suyo, sino únicamente de la naturaleza. Una de las más espectaculares maravillas del mundo.
Desde chico, siempre me impresionó el Gran Cañón del Colorado que, curiosamente, no está en el estado de Colorado en USA, sino en Arizona. Miles de años de formación, cientos de kilómetros de longitud, decenas de kilómetros de anchura, mil y pico metros de altura, incontables litros de agua fluyendo con fiereza o mansedumbre según los tramos... ¡¡y van y hacen esta m... de puente!!
A mi, ¿qué queréis que os diga? Para lo único que me sirve este puente es para darme cuenta de lo orulloso que es el ser humano, lo mucho que se mira su propio ombligo, cuando realmente es tan, tan, tan pequeño... al lado de la naturaleza.
Después de la presentación de esta categoría con algunos puentes romanos milenarios, viene ahora uno mucho más moderno.
Os presento el puente más alto del mundo con 343 metros en el pilar más alto: el viaducto Millau. Menudo saltito de puenting ¿eh? Para haceros una idea, aunque se pusieran uno encima de otro la Torre Eiffel y el Pirulí de Cádiz, no llegarían tan alto como el Millau... ¡y mira que es grande el Pirulí!
A pesar de que la Wikipedia no dice nada, en su día vi en Discovery Channel (fuente de la verdad absoluta junto con Google y Wikipedia) que la parte más complicada del puente de Norman Foster fue realizada por expertos españoles y un sistema hidráulico único en el mundo, ideado para este cometido. Curioseando por internet también me he enterado de que los constructores han dado un periodo de garantía de 120 años. ¡Ni el Carrefour da tanto por una lata de mejillones!
En fin, al sureste de Francia tenemos esta bella y colosal obra de ingeniería que, aunque no una personas (porque solo es para coches), ni sea un puente entre culturas (porque está en plena ruta turística), ni viva gente en él (porque... bueno, porque no vive nadie allí, ¡leches!), puede servirnos de muestra de las maravillas que el ser humano es capaz de hacer cuando se lo propone.
Si en todo nos empleáramos de esta manera...
Iba a inundaros con fotos del puentecito de marras, pero mejor que eso, os recomiendo simplemente hacer clic aquí y os servís vosotros mismos.