Hay quienes crecen muy deprisa (clic), y hay quien parece que nunca llega a hacerse mayor (clic). Hay quien crece mucho (clic) y quien no lo hace tanto (clic). Hay quienes ya nacieron viejos (clic) y quienes a pesar de los años siguen siendo como niños (clic).
Hacerse mayor no es más que la señal de haber vivido. Además tiene la ventaja (y la responsabilidad, eso sí) de que puedes enseñar (y aprender) a los niños.
Dicen los que estudian estas cosas, que la belleza de juventud (además de efímera) puede ser engañosa. Una persona con bellas facciones a temprana edad no tiene más que unos genes que han conformado así su cara. Sin embargo, la belleza externa de las personas mayores sí se corresponde en parte con la belleza interior, porque inconscientemente tendemos a asociar esas arruguillas con las expresiones que las originan, así una mujer sonriente tendrá de mayor una cara que delate que en su vida ha sonreído mucho, con lo que tendrá, aun sin conocerla, un atractivo inmediato. Las buenas personas serán hermosas con la edad.
Así que, con lo bueno que yo soy... lo que quiero es hacerme viejo ¡¡a ver si gano sex-appeal!! XD
Y ahora, lo mejor de todo. A ver quien es el listo que me dice que no es ésta la mujer más guapa del mundo.

Sólo hay que saber hacerse niño de vez en cuando...
¡Abrazos arrugados!