Vaaaale, el título no me ha quedado muy bien, pero es que se me amontonan las palabras, y además se me quedan cortas.
Creo que éste debe ser uno de los mejores espectáculos de circo del mundo. Equilibrio, fuerza, mucha fuerza, tensión, esfuerzo, concentración, sincronización, asombro, superación, riesgo, espectáculo, ilusión... y encima de todo eso: belleza.
Análisis políticos aparte, no puedo más que alegrarme por lo que ha ocurrido en un país que tengo muy dentro de mi corazón. Sé de una familia, que casi podría decir que es la mía, que por una vez se han llenado de alegría y esperanza al comprobar que no todo está dicho en Venezuela.
Los venezolanos aún tienen cosas que hacer y que decir. Esperemos que les dejen decirlas y no les hagan callar.
Y luego llega el de siempre y se queja porque reprimen su "mala educación" (por decirlo suavemente) con un "por qué no te callas".
Palabras de Chávez: "No es ninguna derrota. Es otro por ahora". (Si hubiese ganado el "SÍ", ¿habría opción a otro "por ahora"?)
La foto (la 2ª) la tomé en el aeropuerto de Caracas el año pasado. A un buen observador no se le escapará el regalo de estas Navidades.
Me quedo sin palabras. Me faltan adjetivos, adverbios, sustantivos y, y, y... ¿lo véis? ¡otra vez!
En realidad ya conocía esta Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Ya la había admirado por activa y por pasiva. Virtualmente y en persona. En revistas, internet, televisión... bueno, en la tele no.
Pero eso no significa que el estar junto a los fantasiosos edificios de la CAC no sea motivo de admiración y, ¿por qué no?, de ilusión. Especialmente me maravilla el Palacio de las Artes Reina Sofía, al que la imaginación le puede encontrar cientos de formas: de pez, de huevo, de nave, de rombo, de ave, de insecto... ¡hasta de extraterrestre cabreado!
Diferentes circunstancias, unas festivas y otras no tanto, me han mantenido alejado del blog, y de la blogosfera en general, ultimamente.
Pero ya estoy aquí.
Regreso para comunicaros mis resultados en este test:
De lo que se desprende que soy daltónico y tengo serios problemas con mi color favorito: el verde que te quiero verde.
¿Alguno de vosotros tiene problemas para distinguir colores? ¿Cuántos colores existen? ¿Son el melón, la berenjena y el salmón simples alimentos o merecen llegar a la categoría de colores?
Por cierto, me encanta cómo te dicen en esta página que eres daltónico.
Hace millones de años que las flores tienen espinas y hace también millones de años que los corderos, a pesar de las espinas, se comen las flores. ¿Es que no es cosa seria averiguar por qué las flores pierden el tiempo fabricando unas espinas que no les sirven para nada? ¿Es que no es importante la guerra de los corderos y las flores? ¿No es esto más serio e importante que las sumas de un señor gordo y colorado? Y si yo sé de una flor única en el mundo y que no existe en ninguna parte más que en mi planeta; si yo sé que un buen día un corderillo puede aniquilarla sin darse cuenta de ello, ¿es que esto no es importante?
Hace muchos años me reí y me quedé ilusionado con este hombre feo con chistera pero con jersey de andar por casa que hacía un juego con un cochecillo misterioso. ¿Quién no conoce este juego mítico?
Hoy conozco algunos de los misterios que la magia encierra, pero lo mejor es que mañana lo veré y volveré a ser aquel niño que, con ojos como platos, se quedó maravillado de lo que un simple cochecillo de madera podía hacer en manos de un air-violonchelista.